Alba Rodríguez
Especialista en contenido y tendencias inmobiliarias
Aprende a llenar un contrato de renta para local
El contrato de arrendamiento de un local comercial es un documento indispensable en el mundo inmobiliario. No solo formaliza el acuerdo entre propietario e inquilino, sino que también protege los intereses de ambas partes.
Un contrato bien estructurado y con los datos correctos no solo previene conflictos, sino que también protege la inversión del arrendador y proporciona la seguridad jurídica que el arrendatario necesita para prosperar, creando una relación de negocios duradera y exitosa.
En Spot2, sabemos que cerrar cada contrato es importantísimo. Por ello, traemos esta guía fundamental para que el contrato esté completo y estructurado correctamente, y así garantizar la seguridad jurídica y transparencia para todos los involucrados.
Un contrato de arrendamiento de local comercial es un documento legal que establece los términos y condiciones bajo los cuales una persona o empresa (arrendatario) puede usar un inmueble propiedad de otra persona (arrendador) con fines comerciales. Este acuerdo define derechos, obligaciones, plazos y condiciones para ambas partes.
Además de ser un requisito legal, este contrato influye directamente en la estabilidad y operación de un negocio. Una buena negociación y redacción de contrato pueden evitar futuros conflictos y facilitar el crecimiento empresarial.
Para que un contrato de arrendamiento de local comercial sea válido y funcional, debe contener una serie de datos y apartados obligatorios. Omitir alguno de ellos puede generar ambigüedades y futuros problemas legales.
Incluye los datos completos del arrendador y arrendatario. Se debe incluir el nombre completo o razón social, identificaciones oficiales (INE o pasaporte), RFC, y domicilio tanto del arrendador como del arrendatario. Si interviene un fiador, sus datos también deben ser incluidos aquí.
No basta con mencionar algunas características. Se deben especificar los metros cuadrados, linderos, número de cajones de estacionamiento, y el estado actual de conservación. Es recomendable adjuntar un inventario y fotografías como anexo.
Se establece la fecha de inicio y de término del arrendamiento. En el ámbito comercial, los plazos suelen ser de entre 3 y 5 años, a menudo con plazos forzosos para ambas partes.
Debe estipularse el monto de la renta mensual, si esta incluye IVA o mantenimiento, la divisa (pesos mexicanos o dólares), la fecha y el método de pago (transferencia, depósito). También se define aquí el interés moratorio por pagos tardíos.
Esta cláusula es crucial. Especifica claramente el giro comercial o actividad económica que el arrendatario podrá realizar en el local. Esto evita que el inmueble se utilice para fines no autorizados o que contravengan los reglamentos locales o de la plaza comercial.
Define quién es responsable del mantenimiento estructural (arrendador) y del mantenimiento de uso diario (arrendatario). Además, establece si el inquilino puede hacer mejoras, bajo qué condiciones y si estas quedarán en beneficio del inmueble al término del contrato.
En contratos para inmuebles como naves industriales o bodegas esta cláusula es la más importante, ya que puede intervenir directamente con el crecimiento del negocio. Si quieres saber más, consulta nuestro artículo: ¿Qué incluye un contrato de renta de una nave industrial?
Enumera las causas por las que el contrato puede darse por terminado (falta de pago, uso indebido del inmueble, etc.) y establece las penalizaciones económicas en caso de que alguna de las partes decida terminarlo antes del plazo acordado.
Para llenar un contrato de arrendamiento de un local comercial, se deben seguir una serie de pasos ordenados.
Es el primer párrafo. Aquí se establece el tipo de contrato ("Contrato de arrendamiento de local comercial"), la fecha y lugar de celebración, y se nombra a las partes, definiendo quién es el "Arrendador" y quién el "Arrendatario".
En esta sección, cada una de las partes manifiesta su personalidad jurídica (si son personas físicas o morales), su capacidad legal para celebrar el contrato, y sus domicilios. Así pues, se demuestra por escrito que el arrendador declara ser el legítimo propietario del inmueble.
Esta sección puede ser tan extensa como sea necesario. Se redactan todas las cláusulas que regirán el acuerdo, retomando los "elementos esenciales" descritos anteriormente: objeto (descripción del local), renta, vigencia, uso permitido, garantías, etc. Es necesario ser lo más específico y claro posible.
Aquí se detallan las obligaciones de mantenimiento (general, diario, etc.), las condiciones para subarrendar (si se permite), las causas de rescisión y las multas o penalizaciones por incumplimiento.
Se especifica que, en caso de controversia, las partes se someterán a la jurisdicción de los tribunales de la ciudad específica donde se ubique el inmueble. Esto evita disputas sobre dónde llevar un posible juicio y otro tipo de conflictos externos.
Todas las hojas del contrato deben ser firmadas o rubricadas por el arrendador, el arrendatario y el fiador (si lo hay). Se recomienda la presencia de dos testigos, quienes también firmarán, añadiendo sus nombres y copias de sus identificaciones.
Cualquier documento mencionado debe ser anexado. Esto incluye identificaciones, escrituras del fiador, inventario del local, reglamento de la plaza, etc.
La ley mexicana, principalmente el Código Civil, establece responsabilidades claras para ambas partes. Aquí presentamos un resumen clave para cada una de las partes.
Por ejemplo, si el local presenta daños estructurales, el arrendador debe solucionarlos. Si el problema es un desperfecto menor, como un grifo dañado, le corresponde al arrendatario.
No te conformes con un contrato de renta de local sencillo o un formato genérico. Lee cada palabra y asegúrate de entender las implicaciones de cada cláusula.
Antes de firmar, el arrendador debe garantizar (y el arrendatario verificar) que el inmueble cuenta con el uso de suelo comercial permitido para el giro específico del negocio. Esto es especialmente importante en el sector industrial.
La mejor inversión es la prevención. Los casos de fraudes son bastante comunes en el mercado inmobiliario, pero invertir en un abogado especializado en derecho inmobiliario es una apuesta segura. Este puede redactar o revisar el contrato para asegurar que tus intereses estén completamente protegidos.
Ambas partes deben conservar una copia original del contrato firmado. Por otro lado, no está de más escanear el documento y guardarlo en un repositorio digital seguro para fácil acceso y respaldo.
Tener un contrato de arrendamiento bien elaborado es la mejor forma de proteger tu inversión y garantizar la estabilidad de tu negocio. En Spot2 contamos con miles de opciones de locales comerciales en renta y venta en México que cuentan con todos sus documentos en regla para que tu única preocupación sea cuándo inaugurar tu negocio.
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